Se me ocurre:
escribir con la crueldad con que las mujeres hablan de sus cuerpos, la edad, inferioridad, falta de autoestima. Etc. Descripciones obsesivas. Escribir cruel. Literatura. Leer. Buscar qué libros, los libros de referencia. Necesito... Voy a repasarlos.
Que sea nuestra ópera magna. Ópera introvertida. Pervertida. Perversa. Convulsa y violenta. Con altibajos. Terremoto.
Hmmm… Me convirtió en un súcubo. […] Eso es, aquiescencia. Eres un cabrón. Merezco un castigo. O que me pagues. Te volveré rico y famoso. Pero pégame. Págame.
Saqué del maletero mis novelas, mientras él dormía la borrachera en el asiento de copiloto. Me llenó de babas mi abrigo serbio, el de piel falsa de zorro rojo y raíces negras como mi pelo.
Me miró por debajo del flequillo, largo, tipo Nick Cave, para ocultar sus entradas.
No se qué pretenden estos niñatos. Son grandecitos ya para joderse el hígado comme ça. No tienes edad.
Ni tú tampoco.
Lo sé. Cállate.
We´re too old to act like beginners. Por eso aprovecho este momento después de comer (viaje de Croydon, donde hemos alquilado un beetle rojo y nos dirigimos al norte, a Londres, norte de Londres y entrar en Gales. Visitar la tumba de Sylvia, si recuerdo dónde yace entre lotos dorados).
Aprovecho el momento estúpido de frío y dedos helados cuando es imposible hacer nada que no sea beber café con cognac o dormitar en un hostal o en el coche. O volverse adicto a la nicotina y fumar recostada sobre la puerta del escarabajo, ocultando la boca abierta de V, obscenamente roncando en absoluto abandono y desvergüenza.
Por qué no iba a dormir la criatura, si confía en ti.
Le has leído la primera carta de Valmont, la prosa de mala leche del vizconde que a ti te hace soñar y querer engañar… Y V, confiado con ese tono de voz, se ha quedado frito.
Por qué no iba a confiar.
A ti te ha pasado algo… A pesar de tu pelo negro ala de cuervo y el maquillaje tan duro. Los coloretes de caperucita no se te han borrado. Por eso te fue infiel el marido. Por eso lo cocinaste y te lo comiste. Hamburguesas en el patio de atrás. Y no sales de casa. Sólo pintas cuadros con tierra y tinta violeta. Bah. Tatatata…
Me he hartado. La siesta ha durado demasiado. Ha oscurecido y se ha puesto a llover. (It’s the calm before the storm).
Wake up, it´s time to drive!
(Sexual drive).
No te pongas poética. Trabaja un poco.
Trabaja mucho. La mil palabras que has dicho hoy.
No seas vaga. No te dejes llevar por lo que digan esos dos. Unos micos es lo que son. Que sabrán de la vida. De las penas. Sólo piensan en divertirse. No han parado de entrar y salir. No saben lo que es reflexionar, crear algo, curar heridas, las suficientes…
Qué te crees, tú no eres la única que ha sufrido.
Yo no he hablado de sufrimiento.
Cold se sorbe la nariz.
Se ve a la legua que te ha pasado algo. Por eso te comportas así.
¿Y por eso has venido tú también?
Me secuestraste.
Viniste por propia voluntad. Te gustaba tanto el arte que querías tobar mis dibujos. Dime qué es lo que tanto te atrae de la casa de una veja loca.
Depende de cómo se vea.
La puta del rey, qué dices.
Por las llagas, la peste.
Qué dices.
El castigo. Y luego la muerte.
Me lo merecía.
Por qué dices eso. Qué te merecías. Te merecías vivir. Te castigas a ti misma. No has hecho nada malo. Si te contara Voyeur, ahí donde lo ves, tan buenito y calladito él. No hace mas que desperdiciar su vida. Otro que no se atreve a decir esta boca es mía.
Cold, Dedos Fríos, qué bien hice en traerte.
¡Me entran ganas de bailar y vivir!
…
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