Estómago de rumiante, paso el bolo alimenticio de la sala al estudio de pintor. Con música indie, es como pintar calaveras mexicanas, salen hojitas y colorines de los muertos.
Intenta sacar metáforas de esto.
Un corazón bombeando.
Fotos indie. La estética de Egon Schiele en las modelos de los 90, pero fíjate en Kate Moss la inmortal.
Oh oh te acuerdas de la película La insoportable levedad del ser. Cuando Teresa lleva su portafolio a Sabina, o las revistas de moda, en Praga. Las piernas de las chicas frente a los tanques rusos. Rodillas blancas, las poses provocativas frente a la invasión rusa. Esa época, la estética Eros/Tanatos. Es el instinto de supervivencia.
El indie fue la buena vida, la pose grunge, desastrada pero teníamos dinero, un futuro prometedor, no parabamos de pintar, nos quedábamos por la tarde y seguíamos revolviendo el cuadro, ahora Cezanne, ahora un toque rosa y amarillo limón, como los expresionistas…
Y el verde de bodega de barco, oscura, exiliada Eva Hesse. La piel judía, Contingent. Te revuelve el estómago, pero eso es lo normal, la reacción ante el horror.
Y tenemos que sanar.
Nómbralo. El arte te hace resistir, psicoterapia, formar un grupo, no te aísles, crea una revista, redacta el manifiesto.
¡Haz la revolución! Cada generación necesita una.
Filosofías de revoluciones.
Teníamos 20 años.
La generación X.
Luego la Y, Z, ABCD, pompas de jabón, pompas de colores,
Ingenuidad, destrucción y muerte, debilidad. Volvemos a empezar.
Youth, Klezmer juice.
Regreso a Madrid, desde Budapest. With hate.
Colores: morado, rojo sangre y dorados. Migraña nerviosa que me deja en blanco: color blanco. Se me rompió el móvil, no; lo tiré contra la pared, destruí todo, textos, archivos, fotos, grabaciones de voz, la entrevista entera, ¿lo llamas ansiedad? ¿O se trata del odio que mencionabas antes?
Vuelvo a la cuesta Moyano, quiero leer en español, recordar a mi padre, en 1994, en coche, leía a Milan Kundera en el patio al sol, escuchaba a Sinead O´connor,
why dont´you do right?
Dibujábamos caras angulosas de las modelos como Kate Moss, Uma Thurman en los cuadros de ELKirchrner, Jennifer Jason Leigh en Mujer blanca soltera busca… la estética de los subalquileres de Nueva York.
Mi compañera Olivia hace de gatita por el campus, con su mono azul eléctrico anudado a la cintura, seduciendo hombres y mujeres.
La preciosa Olivia, con su cara mofletuda, sin talento para pintar, pero musa de artistas. Me perdió el libro La inmortalidad de Kundera, lo que no importa porque no le devuelvo las novelas indies de Ray Loriga, oh my sweet, sweet revenge.
Una revista de moda sobre la cara en el patio de atrás, en bikini, piernas enrojecidas, y el escote y los brazos. “Vais a pillar una insolación”. Zumos de naranja antes de comer.
En el avión, de vuelta de Hungría. Dolorida, los ojos son rojo-vampiro.
El zumbido de la comida de catering, la migraña desorienta, 1994 y 2024.
Llego a Madrid por fin, vomito en una bolsa, un sandwich de Rodilla, las anchoas saladas me devuelven a mi ser. Pido agua con limón. O té con limón,
“lo que quieras, me da igual, pero bajo al baño un momentito y ahora pago, ok?
Thank you so so much I mean…”.
El árbol de la ciencia de Pio Baroja. El ruido de las cráneos de los cadáveres arrastrado por los estudiantes hacia la clase de anatomía.
¡Haremos un concurso de belleza!
Pero bájate al sur, a la feria de abril, donde sea, para hacer bien el amor hay que venir al sur.
On repeat. Como decía Raffaella Carrá:
Luv Eva Hesse and had a memorable time experiencing at rare retrospective of sorts at SFMOMA a long time ago. What I most remember was how her pieces were actually sweating and melting while on exhibit -- that's how ephemeral, fragile and delicate they are. I was sweating and melting too just witnessing the Living Cosmic Pulse of her powerful Vision and subversion of Art & Form.
love the movie the unbearable lightness of being