Asaselo agita a Rushdie, Massolit y la gallina decapitada
(La mejor lectura de la semana en LinkedIn)
«Tengo que darte un encargo -dice el Grande-. Asunto literario. Yo conozco mis limitaciones; las dotes para la malicia rimada, el arte del insulto métrico están fuera de mi alcance. Tú ya me entiendes.»
Los versos satánicos. Salman Rushdie
-Bonjour mon amour! ¿Qué tienes hoy para mí?
Me trae las novedades de Massolit. Perezosa este domingo por la mañana—Sunday morning, cantan los altavoces, por favor, que sea música de los 90, antes de beber mis dos tazas de café, Asaselo, bitte, ein Kus, y otro más, y otro más, antes del café no me digas nada, no quiero vivir…
-Pero Madam, las torcaces cantan a toda máquina, el aire huele a primavera y todas las grandes Mesdams de la literatura están entrevistando a Salman Rushdie.
Mire, Madam, aquí, y aquí.
Boca abajo estoy, todavía no huelo los efluvios de la primavera, tengo secuelas postcovid de mierda, recuerdas, qué hora es, maldito Asaselo.
Lo mejor que leí anoche fue una historia de una gallina decapitada.
Todavía puedo ver el terraplén, cómo este hombre con sus brazos morenos y delgados la baja al río, medio escondida con papel de estraza en el maletero de su coche, para deshacerse del cadáver.
Y le tacharon de “mugriento y asesino”, Asaselo- cloqueo- Jajaja, es lo mejor de la semana, te lo aseguro. ¿Qué decías, mon amour?
Con el dedo gordo del pie y recostada sobre la cadera, hago scroll en el móvil que mi gato rencoroso sostiene entre las manos enguantadas.
Lady A y lady B, con traje de noche, una pizca de rubor, entrevistan al escritor.
Asaselo se impacienta. Se impacientIA, ¿lo pillan? Ja.
-¡Asaselo!
-Me va a desgastar el nombre, Madam.
-Estoy de muy buen humor, no me habrás echado droga en el café, ¿verdad? Tssss, gato estúpido.
-Soy su asistente personal, un gato parlante modelo A-9870-5654. El café tiene leche de soja con azúcar, ni más ni menos, calentado hasta el punto de ebullición. Lo que le traigo es la oblea reseca de color avena beige brillante.
-Yo quiero café de cafetera modelo A. Leche templada.
No debí subir el tono sarcástico del bicho. Satura los colores y la temperatura de frases y alimentos.
Hasta el sol es demasiado vibrante hoy, olfateo el aroma de los churros de la cafetería de abajo. Un aire demasiado frío para abril. Moqueo y exijo mi café, molido y filtrado por calcetín, como se ha hecho siempre en esta familia.
-Sí, Madam.- acento británico además.
-Veamos, Asaselo…
Me pongo las medias de rejillas violeta, no me quedan calcetines hasta la rodilla. Unos vaqueros, un jersey por encima del pijama, una cola de caballo y lista para beber el mejunje que este ser abstracto me sirve.
-De qué rollo va este Rushdie… No quiero ofenderte, estoy intentando recordar Los versos satánicos. Recuerdo que dos personajes hablaban… de no sé qué, páginas y páginas de experimentación con el lenguaje… Oh, ¿te acuerdas de Rayuela, la novela de Julio Cortázar? No, no me traigas artículos de IA, no more wrAIters. (¿Eh, eh?)
Me sirve una tostada no demasiado tostada.
Asaselo, mi Asaselo no es mi gathijo, es mi destripador a sueldo, mi agitador de artistas. Eficiente como el maquillaje que cubre mis pecas, limpio y pura proteína.
Subo el modo agudo atroz al 90%... Asaselo me esputa en la cara. Logo espumoso.
-Madam, su “logo espumoso” es peor que cien páginas de Rushdie de monólogo interior. Madam, no eres Joyce, ni su hija, no eres la Maga de Cortázar, ni Horacio.
-Mon Dieu, Asaselo! Qué tristeza la muerte de Rocamadour. ¡Pobrecito Rocamadour! Se les muere a la Maga y al otro, al que le va detrás. Quiere ligársela por todo París, jugando a ver si la encuentra por todo el libro… Bueno, la parte de París, o era de Buenos Aires, recordándola, … el juego de los amantes, las idas y venidas. La trama son los experimentos con las palabras, que si los límites del lenguaje, no eres lo que no puedes nombrar, etc etc… Total – más café – páginas enteras de humo de Gauloises. Pobre bebé Rocamador llorando en la habitación y estos yonkis diciendo gilipolleces…
En mi memoria el texto de la gallina decapitada, sí. Mariano Pagés, recuerda su nombre, Asaselo. Esa sensación de gallina muerta, el sol pegando fuerte en el río.
Asaselo me trae un informe de las novelas de Rushdie, recién rescatado de la bandeja de spam, portada azul yvesklein con el logotipo de Massolit.
-No manipules, Asaselo, no vivimos en el Maestro y Margarita, por mucho que lo desees. Pero qué quiere este Rushdie. Al menos Knife sí tengo ganas de leerlo, como la biografía de Britney Spears o la de Harry Spareme. Es una memoria, una autoficción, un trauma relatado, ¿no? Salto las primeras páginas, vuelvo atrás, …. Es estrés postraumático. ¿Literatura como terapia? Lo mejor para superar el trauma es escribir mil veces sobre ello, narrarlo y seguir adelante. Por eso me atrae Rushdie últimamente, Asaselo, ¿tendrá que ver con lo que me ha sucedido a mí? … Asaselo.
-Madam, me está entrando un sopor…
-Más realismo mágico dentro del realismo terapéutico. ¿Es lo que intentas decirme, gato desquiciado? Dentro de esos límites, hasta lo entendería. Asaselo, no hay forma de agitarlo a mi favor.
-Madam, me va a desgastar el nombre.
-Y el lomo. Ven aquí.
Esta gente de Massolit, los de Femclit, la cultura será feminista o no será. Así las cosas, es un libro sobre estrés postraumático, y eso siempre sienta bien… la vida vale la pena, etcétera… adelante siempre, etcétera.
-Madam.- Exaspero a mi gato.
-Lo sé. – suspiro – Sólo espero que no lo haya alargado hasta las mil páginas. Porque es majo, me recuerda a mi tío Micheal. Afable, a pesar de todo, y sonríe en la contraportada, ¿ves como hay que ser positivo? Gato malpensado. ¡Me arreglo en un minuto y salimos a dar un paseo!
just a guess but is your birthday in november?